sábado, 23 de mayo de 2020
ANGELES
Ángeles
-Doc, ya son doce horas sin parar. Ya váyase a descansar…
-¿Qué hay de ti, Rosa? ¿Cuánto llevas en pie?
Ella se encogió de hombros, con una sonrisa cansada.
El doctor le sopló un beso. Admiraba profundamente a la curtida enfermera, y su fortaleza.
-Me voy a ir, pero a mi misión secreta…
-¡Por cierto! ¡Tengo algo para eso!
Rosa le entregó una pesada bolsa.
Él la recibió, feliz, y se marchó.
Sacudiéndose el agotamiento, al llegar a su hogar, llenó de bultos su coche, y se dirigió al barrio más pobre de la ciudad
Sacando el primer paquete, tocó una humilde puerta.
-¡Doctor! ¡Dios lo bendiga! Cristian sigue con fiebre...¡Gracias por los alimentos!
El médico reconoció amorosamente al niño, y le dio instrucciones a la afligida madre, para seguir su ronda.
-¿Ya se fue el ángel, mami? Me siento mejor…
-Era el doctor, mi cielo…
-No, mami. Es un ángel. Ustedes, los adultos no los reconocen. Nosotros, los niños, lo sabemos…Ángeles de bata blanca…
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